Es muy fácil quedar seducidos por nuestro gratificante hábito de decir “NO”. Nos gusta murmurar, murmurar…gruñir y protestar. Si miramos cualquier cosa a través de un filtro de encontrar defectos, encontraremos muchos defectos. Si nos quejamos delante de todo el mundo de lo mal que están las cosas, encontraremos muchas personas que estén de acuerdo con nosotros. Mira el jardín y busca solamente las malas hierbas…desaparecerán instantáneamente el césped y las flores. ¿Estas dispuesto a elegir a esta persona como la adecuada para amarte, a esta casa como la adecuada, a este trabajo como el adecuado…por el momento?
¿Quieres ver césped o malas hierbas? Tu elección. El mundo es como es, con sus malas hierbas y sus flores. El modo como lo vivamos depende de nosotros…de cómo filtramos la realidad.
La postura de NO, es cruzar lo brazos, y emitir un juicio de valor, construir un muro a nuestro alrededor. El SI nos abre al mundo. Los Noes nos dejan fuera, nos atrincheran. Posiblemente nos sintamos más seguros dejando a las demás personas y a la vida del otro lado del muro. Nuestro mundo será familiar y sin imprevistos…
Romper un habito no quiere decir renunciar a esa conducta. Por el contrario, quiere decir, ser libres de elegir esa conducta cuando sirve para auto preservarnos. Así seremos nosotros los que controlamos nuestra vida y no nuestros hábitos.
“El que sigue el camino no encuentra defectos en el mundo. Ver los defectos en los demás, es reforzar los defectos propios.” Hui Neng, Sexto Patriarca del Budismo Chan (Zen).
María Giacobone Carballo