Arte para alimentar el corazón

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lunes, 20 de junio de 2011

“Debería o no debería”…Mi eterno conflicto.

El conflicto de cualquier clase físico, psicológico, intelectual- es un desperdicio de energía. Por favor, es extraordinariamente difícil comprender esto y estar libre del conflicto, porque a casi todos nos han educado para luchar, para esforzarnos.” Jiddu Krishnamurti en su Libro de la Vida.

Se nos enseña el valor de la lucha y del esfuerzo desde los primeros años de nuestra vida. La educación académica y la sociedad lo refuerzan constantemente. Y es así como esta lucha y este esfuerzo son sostenidos a lo largo de toda la vida. Para ser “buenos” debemos combatir el mal, la oscuridad, la ignorancia, el hambre, la pobreza…debemos resistir, controlar. Al ser humano se lo entrena para luchar. Nos esforzamos hasta el agotamiento, desperdiciamos nuestra energía librando batallas inútiles. Guerras ajenas que solo nos llevan a la pérdida de nuestra identidad profunda, porque nos obsesionamos con el conflicto en vez de practicar el Arte de la Guerra como un medio de autoconocimiento.

El conflicto entre los «debería» y «no debería», surge del miedo, de la duda, de nuestra falsa identidad, desperdiciamos energía sosteniendo lo que no somos, negando, reprimiendo, auto engañándonos…

El concepto oriental del dharma se refiere al “camino correcto, la acción justa”, pero lo que es dhármico para mi, quizás no lo es para vos. Si mi camino dhármico es a través de la familia, y el tuyo a través de la actividad profesional, nuestras elecciones dhármicas van a ser distintas… nuestros puntos de conflicto, “debería o no debería” van a ser diferentes…

El conflicto se disuelve cuando comprendemos nuestra “fuga” de energía, cuando vemos la carga que significa tener un problema y no resolverlo jamás, la agonía de vivir con el recuerdo nocivo de algo ya muerto, la asfixia de vivir en la tradición.

“La mayoría de nosotros se halla en conflicto, vive una vida de contradicción, no sólo exteriormente, sino también en lo interno. La contradicción implica esfuerzo [...]. Donde hay esfuerzo, hay pérdida, pérdida de energía. Donde hay contradicción, hay conflicto. Donde hay conflicto, hay esfuerzo para superar ese conflicto, lo cual es otra forma de resistencia” nos dice Krishnamurti.

¿Como salimos de este círculo vicioso? Sacándonos la armadura, desactivando nuestras armas de combate. Conociéndonos, escuchándonos, liberándonos del miedo… dejando de alimentar el conflicto y comenzando a ver a nuestro “enemigo” como un espejo del alma.

María Giacobone Carballo

10 comentarios:

Tere Delucchi dijo...

EXCELENTE María, como siempre!!

Tere Delucchi dijo...

EXCELENTE María, como siempre!

María Carballo dijo...

Gracias Tere! Besote!

María Marta dijo...

Suena barbaro. Ojalá fuera tan fácil!! Beso María

María Marta dijo...

Suena barbaro!!! Ojalá fuera tan fácil!! Beso María

María Carballo dijo...

Hola María Marta! No es para nada fácil, lo dice la introducción. Es una trabajo de toda una vida...Lo importante es observarse, conocerse. Hay alarmas, hasta físicas, que no sabemos escuchar...Distinguir lo que te expande, de lo que te contrae...Es justamente bajar lo espiritual a la vida cotidiana.
Besote,
María

Anónimo dijo...

Que dificil!!! somos concientes del mismo, pero ... diariamente ... nos exigimos cada ves mas, mas, siempre un poco mas....bajar lo esperitual a la vida cotiana, eso eso , debemos aprender a hacer.Muy bueno Maria como siempre... Gracias por tu aporte. !(lo comparto!!!
Myriam

Anónimo dijo...

Muy bueno !! gracias por compartirlo !!! beso Pato

Ale dijo...

Maria, maravilloso, gracias!!!!!!!!

María Carballo dijo...

Gracias Pato! Gracias Ale! Besos